L’Alzina
Acompañamos a los niños con amor y respeto y les ofrecemos un entorno preparado para que puedan construir bien «su casa».

Acompañamiento emocional
Cuidamos a los niños escuchándolos, poniéndonos en su piel, mirando las situaciones con sus ojos.

Contacto con
la naturaleza
Conectar con la naturaleza nos acerca a un mejor conocimiento de uno mismo y del entorno.

Una tribu de
familias
Nos cuidamos las familias, sosteniéndonos, compartiendo nuestras preocupaciones, ayudándonos y ‘celebrando’.
Las etapas en L’Alzina
Nuestros grupos con ratios reducidas

Grupo de los ‘Aglans’
18 meses/caminantes – 3 años
Ratio 1:5

Grupo de las ‘Alzines’
3 – 6 años
Ratio: 1:9
Las experiencias de las familias
Nuestro acompañamiento
Los espacios que respiran la metodología Waldorf se basan en el pensamiento de que la infancia es la etapa más importante de la vida y más decisiva para nuestro desarrollo.


Juego Libre
Creemos con firmeza que la actividad principal de un niño es jugar. El juego libre deja a los niños crear sus propias jerarquías y pensar sus propios roles. Las acompañantes somos responsables de preparar y navegar por el espacio observando y acompañando.
Los juguetes, sencillos y poco definidos, de materiales naturales, permiten desarrollar la fantasía del niño y favorecer las impresiones sensoriales armónicas.
Acompañamiento emocional
El acompañamiento emocional que fomentamos en L’Alzina es una actitud y un lenguaje de paz que pretende conectar y cuidar a las personas y las relaciones. Por eso cuidamos mucho este aspecto, prestando atención a las palabras, a la expresión no verbal (tono, tensión, expresión corporal…) y la posición desde la que hablamos a los niños.
Naturaleza
El contacto con la naturaleza ofrece a los niños un recurso inagotable de sensaciones y experiencias que les conecta con un medio que pronto sienten como propio.
Autonomía y movimiento libre
Uno de nuestros principales objetivos es promover la autonomía y el movimiento libre. Por eso proporcionamos un espacio donde el niño pueda desplegar sus capacidades dentro de un marco seguro y pueda sentirse confiado. Optamos por ofrecer materiales ricos en experiencias y, a la vez, seguros. Facilitamos estructuras que permitan experimentar diversidad de movimientos y donde encuentren motivación para superar las dificultades, al tiempo que obtienen nuevas conquistas.
Actividades artísticas
El arte es un eje central en la metodología Waldorf. Crea un sentimiento de alegría, una sensación de libertad, una conexión con el interior de la persona, un desarrollo de la fantasía… Euritmia, acuarela, música, modelado, hacer el pan, tejer, etc. son actividades que se realizan semanalmente.
Cuentos
La narración y representación de cuentos se convierten también en una fuente muy válida para la adquisición del lenguaje, valores y de conexión con el entorno.
Ritmo y repetición
El ritmo es un principio fundamental para bienestar de nuestros hijos. Durante el día se van desgranando actividades de concentración y expansión que ayudan a que el día, la semana o el año tenga un paso saludable. El ritual de ‘Bon Dia’, las actividades y propuestas diarias y los cuentos crean momentos de repetición que fomentan su sensación de seguridad y bienestar.
Límites
Los límites están presentes para mantener un entorno relajado, fundamental para que los niños puedan crecer y desarrollar su potencial en libertad.
Alimentación
Además ponemos especial atención al momento de las comidas. Queremos que ésta sea la mejor alimentación, la más nutritiva para su crecimiento físico. Ofrecemos alimentos ecológicos con productos de temporada. Y hacemos del momento del desayuno un momento de recogimiento, donde los niños ayudan a preparar el espacio y comparten la comida.
Un día en L’Alzina
Los ritmos son cíclicos. Cada día de la semana está dedicado a una actividad, el viernes siempre vamos de excursión al bosque y otro día los mayores hacen salidas para conocer nuestro entorno. Cuidamos los momentos de introspección y expansión.

Los niños llegan entre las 9 y 9.30 h, se quitan los zapatos y abrigos y van entrando acompañados de los familiares hasta el interior. Pueden compartir el espacio con el adulto.

Así como el día transcurre con un ritmo concreto, la semana también fluye con el suyo. Cada mañana el color del ‘enanito’ nos recuerda qué día es hoy y así los niños ya saben cuál es la propuesta que se les ofrecerá. Este hecho les ayuda a entender el tiempo como un fenómeno cíclico y perpetuo y les da seguridad.

Las actividades propuestas por las acompañantes están organizadas para cada día de la semana. Se hace el pan, dibujo con ceras, se teje, se moldea con barro o cera de abejas, se pinta con acuarelas…

Una vez terminada la actividad principal, nos reunimos para preparar el momento del desayuno. Cada día de la semana se ofrece una variedad de alimentos diferentes, con fruta ecológica y de temporada, con pan hecho por los propios niños.

Para los más pequeños es hora de comer y los mayores continúan con una actividad propuesta o con un rato de juego libre, dependiendo del momento enérgico en que se encuentre el grupo.

Cerramos la mañana narrando o representando un cuento. Un cuento que va ligado a la estación anual que vivimos y que se repite durante 2 o 3 semanas, introduciendo historias tradicionales y mágicas que fomentan la imaginación y la creatividad de los niños.

Los pequeños se despiden y le dicen adiós al ‘nan’ con canciones y juegos de repetición. Luego pequeños y mayores compartimos con las familias cómo ha ido el día.

Algunos niños se quedan en el ‘servicio de acogida’ organizado por las mismas familias donde tienen tiempo de juego libre.
Contacta con nosotros
La Alzina se encuentra en Begues, a 20 minutos de Gavà, Castelldefels y Torrelles del Llobregat ya 40 minutos del centro de Barcelona.